domingo, 2 de diciembre de 2007

2º viaje a Japón. Primera parte

Por decisión unánime, ya que mi sombra ha votado lo mismo que yo, he decidido inaugurar el blog con el último viaje que realicé en verano, al país del Sol naciente. Ya mandé la aventura a mi amigo Satoshi, para que lo publicara (y lo tradujera al japonés) en su blog. Ésta va a ser una versión más extendida, y en un castellano más elaborado.

En el viaje de ida, este año pude dormir en el avión (el año pasado no...). Pero debía tener mala cara, ya que la policía japonesa me cacheo como a un delincuente a mi llegada al aeropuerto.... Durante el viaje estuve charlando de temas varios con un japonés, era periodista y profesor de universidad, me dio su tarjeta (acto muy japonés). Pude observar el Monte Fuji desde el avión en un cielo totalmente despejado. Para no perderse la espectacularidad del paisaje siberiano, miles de ríos, algunos gigantes, lagunas, lagos, valles, montañas... y apenas alguna ciudad o pueblo.

En Narita, todo eficiencia, sobre todo por la cantiad de gente que hay trabajando de cara al público, y su predisposición para el trabajo, y que se repite en todo el país (aeropuertos, estaciones de tren, metro, policía, parques, museos, lugares turísticos, supermercados, etc..)Ya con la experiencia del año pasado, sabía donde estaba el tren para ir a Ueno (línea privada, no JR). En Ueno dejé las maletas en cosigna (un japonés lleno de tatuajes me dijo donde estaban), y me fui a dar un paseo por el parque de Ueno. Como el verano pasado, muy verde, mucha humedad, y muchas "Semi" (cigarras). Tras eso, fui a comer al mismo pequeño restaurante donde estuve el año pasado, en el mercado de Ameyoko, no sé porque, pero me gusta ese mercado, puedes encontrar de todo y a buen precio. Ya voy a poner aquí el hecho de que Japón es un país más barato que España (y más ahora con la fortaleza del Euro). Tras comer, fui a Akihabara, a mirar precios de cámaras y portátiles. También aproveche para entrar a un cibercafé. Allí hay pocos cibercafés, y son caros... aunque muy lujosos.

Como había quedado con la familia que me acogería mis primeras dos semanas a las 5:30 pm en Higashi Omiya, volví a Ueno y cogí la línea Utsunomiya, esta línea es bastante caótica, tiene varios destinos, y no todos los trenes paran en las mismas estaciones. Tuve suerte de acertar a la primera, y llegué al punto de encuentro justo a las 5:30. Estaban esperándome el padre (Sosuke) de la familia y un sobrino. Este sobrino había venido desde Yokohama, y hablaba bien el ingles y el francés (había estado 2 años en París). Me llevaron a la casa, yo estaba en un piso superior al suyo. Tenia cocina, baño, ducha y dos habitaciones. El aire acondicionado solo estaba en las dos habitaciones. De todas formas apenas iba a estar en casa. Me presentaron a la mujer (Kyoko), y a una hija (Hitomi). Esperamos a la segunda hija (Emiri), que era con quien había tenido comunicación por Internet. Cuando llegó del trabajo, nos fuimos los 6 a un restaurante de sushi (de esos en los que va la comida en una cinta transportadora). Yo me sentía bastante cansado... era viernes por la noche y había salido de casa el miércoles por la noche. La comida estuvo bien buena. La factura del restaurante la pagó la mujer, lo que me recordó aquello que me dijo Satoshi que en Japón las mujeres llevan el dinero en casa porque los hombres se lo gastan.

Al día siguiente no madrugue porque estaba muy cansado. Quería ir al supermercado a comprar comida, ya que no estaban incluidas en el precio, y le pregunte a la mujer donde había uno. Ella me acompañó, y me recomendó qué comprar. Fue algo curioso porque no entendía ingles... aunque tenían unos libros con dibujos. Después estuvimos hablando y comunicándonos con dibujos acerca de nuestras familias. Por la tarde fui a Tokyo, a Ginza, pues había quedado con una chica que está aprendiendo castellano (Yuka). Estuvimos en los jardines de Hama-rikyu, paseando y tomando un té verde (matcha) con dulces. Esta zona verde rodeada de rascacielos y de la bahía de Tokyo es muy relajante. Después estuvimos en Ueno tomando algo. Y por las noche con la familia, conversando, como hice la mayoría de las noches.

Al día siguiente fui con la Kyoko y Emiri a unos grandes almacenes. Sosuke se fue a trabajar, y era domingo, el trabaja todos los días... me dijo que el trabajo era lo mas importante en la vida, y yo le dije que para mi no, para mi el trabajo es malo para la salud... lo más importante es amor, familia y salud. Fueron a comprar flores para el Obon. Las flores son muy baratas en Japón, por menos de 6 euros tines más de 12 rosas. Y les compre flores a las dos... se quedaron muy sorprendidas... Ellas me invitaron a comer. Les pregunte porque las mujeres llevan el dinero en casa en Japón, y me respondieron que los hombres se lo gastan, jejejeje. También compraron un diccionario japones-español con dibujos que nos fue muy útil. Me enseñaron varios licores que podría comprar como recuerdo.

Esa semana hasta el jueves estuve por Tokyo y Saitama. Un día me llevaron al cementerio donde estaba enterrado el padre de Sosuke, y limpiaron la tumba y rezaron. El ultimo día del Obon quemaron algo para indicar que su espíritu volvía al cielo (o eso me pareció entender). Yo no tengo a ningún familiar cercano enterrado, pero desde luego, no invitaría a nadie a venir al cementerio conmigo, me parece bastante personal....

Al igual que el año pasado, en Tokyo apenas hay extranjeros. Algunos días no veía ninguno. Y en el tren dicen las paradas en ingles.... que las podrían decir en castellano, porque total... sería el único de fuera.

Desde el jueves empecé a viajar y hacer uso de mi JR Pass. Fui a Sendai. Estuvo por la mañana con niebla y por la tarde lloviendo. Desde Omiya se tarda poco más de una hora. Comí ostra, y también lengua de vaca (típico de allí). Compre lengua de vaca para la familia, que les dí esa misma noche. Desde ese día la mujer me cocinaba la cena todos los días que estaba. También me ofrecieron sake y umeshu. Realmente, solo cocine dos veces en dos semanas... Y es que comer fuera es muy barato, y la comida está siempre deliciosa y preparada con esmero.

Otro día visite Matsumoto y Nagano. El castillo es precioso. Nagano tiene un templo famoso... pero como ciudad, es un poco fea.... eso si, las mujeres de Nagano me parecieron realmente guapas......


No hay comentarios: